Entrevistas

La imagen está dividida en dos partes por una línea diagonal roja. En la parte izquierda, aparece Beatriz Parejo, jugadora de sófbol en un laboratorio. Ella lleva una bata blanca de laboratorio, guantes azules y está manipulando una pipeta sobre una mesa llena de tubos de ensayo y otros equipos de laboratorio. En la parte derecha, está al aire libre, vestida con un uniforme de béisbol o sóftbol blanco con detalles rojos y el número 22. Ella sostiene un guante de béisbol en alto y está sonriendo. La imagen parece resaltar su doble rol como científica y deportista.
Beatriz Parejo Alonso, nuestra deportista PROAD - CSD
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Beatriz Parejo comparte con nosotros algunos de los momentos más memorables de su carrera deportiva, desde su primera convocatoria al equipo nacional hasta los logros más recientes. Nuestra deportista nos contó muchas cosas, entre ellas que su experiencia como deportista de alto nivel ha influido notablemente en su desarrollo personal fuera del campo de juego.  Los valores del deporte, como la resiliencia y el compromiso, han sido sus claves para superar desafíos en su vida académica y profesional, incluyendo la crianza de su hijo. Con una carrera dual en constante evolución, Beatriz nos ofrece su perspectiva personal para equilibrar la exigencia del deporte con el compromiso académico y laboral. Destaca la importancia de la autoconfianza y la planificación en la consecución de metas, así como la necesidad de cuidar la salud mental en un entorno tan demandante como el deportivo.
Con optimismo y gratitud, espera poder devolver al sófbol todo lo que este le ha dado a lo largo de los años, demostrando su firme determinación y su profundo amor por este deporte.

Entender que no todo depende de una misma lleva su tiempo, pero forma parte del proceso de convertirte en la mejor versión de ti misma y esta evolución y madurez personal viene de la mano del deporte. Sé que llegará el momento en el que yo pueda devolverle al sóftbol todo lo que el sóftbol me ha regalado durante todos estos años.

 Pregunta: ¿Cómo descubriste el sófbol? ¿qué te motivó a seguir jugando hasta llegar al deporte de alto nivel?
Beatriz: Fue mera casualidad… El béisbol, deporte primo-hermano del sófbol, fue deporte de exhibición en los JJ.OO. de Barcelona ’92 y uno de los estadios olímpicos fue construido en el barrio de Bellvitge donde he vivido con mis padres y mi hermano toda la vida. Tras las Olimpiadas, el Club de Béisbol y Sófbol Hèrcules L’H se asentó en este estadio y mi hermano, al que no le gustaban los deportes habituales, empezó a jugar a béisbol ahí. Así que, arrastrada un poco por la insistencia de las madres y los padres de los compañeros de equipo de mi hermano, un día de hace casi 27 años me decidí a probar. Yo siempre he sido muy deportista (y competitiva, jeje) y por aquel entonces practicaba gimnasia rítmica y natación, pero lo dejé todo por el sófbol. La verdad es que no sé qué me enganchó tanto en su momento porque ni siquiera había categoría de mi edad, así que yo solo podía entrenar con las mayores, viajar a campeonatos de España y animar desde el banquillo. Pero lo cierto es que este deporte engancha mucho, primero, porque cualquier niña o niño puede practicarlo sin importar aspectos físicos (altura, peso…) y, segundo, porque si tienes un mal día en el bateo puedes redimirte en la defensa y viceversa, yo siempre digo que este deporte te da infinitas segundas oportunidades. También me apasiona la parte más táctica de este deporte, la visión de juego, tratar de meterme en la mente de mis adversarias y hacer lo contrario de lo que se esperan…

Pregunta: En tu carrera deportiva y como integrante de la selección española de sófbol, habrás vivido experiencias inolvidables ¿Podrías compartir con nosotros algunos de los momentos que más te han marcado y por qué?
Beatriz: La verdad es que sí. Aún recuerdo mi primera convocatoria con el Equipo Nacional Absoluto en 2004 cuando tenía 16 años, yo estaba en EE.UU. viviendo una experiencia increíble con un “summer travel team” durante 3 semanas y me enteré por un email de mi padre (en aquel entonces no había videollamadas) que me había llegado la carta de convocatoria al buzón de casa. Puedes imaginarte cómo estuve saltando de la emoción durante toda mi estancia allí. Otros momentos inolvidables: cuando con 17 años salí a jugar contra EE.UU. en la Copa Intercontinental Absoluta de Madrid en 2005; cuando me becaron para el CAR de Sant Cugat, esta fue una de las mejores etapas de mi vida; cuando conseguimos el bronce en el Campeonato de Europa sub22 en el 2008 y cuando conseguimos clasificar al torneo Pre-Olímpico de 2019. Pero, sin duda, me quedo con las grandes amigas que este deporte me ha regalado, grandes momentos que hemos compartido, sobre todo a nivel de club, todas y cada una de las finales que hemos conquistado, pero también las enseñanzas que las derrotas me han aportado.

Pregunta: ¿Crees que el sófbol ha contribuido a tu desarrollo personal fuera del deporte? ¿Te acuerdas de algún ejemplo concreto en el que te haya ayudado a superar un desafío fuera del campo de juego?
Beatriz: Sin lugar a duda. Como comentaba antes, he utilizado cada derrota dentro de los terrenos de juego para aprender y trabajar por ser mejor al día siguiente. No mejor que nadie, si no por ser la mejor versión de mí misma. Esto te hace ser resiliente y entender que las cosas se consiguen con compromiso y dedicación, echándole horas, con sacrificio del sano, al que a una no le pesa pero que es tan necesario en las y los atletas. Y esto aplica a la vida en general. Por otro lado, cómo afronto campeonatos y partidos importantes, con serenidad y confiando en el proceso que he llevado a cabo toda mi carrera deportiva, con los nervios justos y necesarios, pero controlándolos, me ha servido también para enfrentar situaciones que generan estrés dentro de la evolución vital de las personas como, por ejemplo, en mi caso, mudarme de ciudad para perseguir mi objetivo de realizar un doctorado o en la defensa de mi tesis.

 Pregunta: ¡Eres una experta en carrera dual! te graduaste en Ciencias Biomédicas, acabas de presentar tu tesis doctoral, trabajas y has sido madre ¿Cuáles han sido las claves que te han permitido equilibrar el sófbol, los estudios y tu vida profesional y personal?
Beatriz: Creer siempre en mi a pesar de todo y de todos. Y digo esto con un nudo en la garganta porque no ha sido ni está siendo fácil. Pero también con una sonrisa de satisfacción al analizar detenidamente todo lo que he conseguido y… ¡lo que me queda por conseguir! Podría enrollarme mucho más aquí, pero es que creo firmemente que la autoconfianza es el punto clave de todo deportista: cree en ti lo suficiente por el resto de personas que no lo hacen.

Pregunta: ¿Podrías describirnos tu trayectoria profesional y los proyectos que te apasionan? ¿De qué manera tu experiencia como deportista ha influido en tu enfoque y habilidades en este ámbito?
Beatriz: Pues he hecho muchas cosas, podría decir que he estudiado prácticamente todos los niveles académicos y nunca el deporte ha sido un impedimento para ello, al contrario, era mi vía de escape en los agobios típicos durante exámenes. Estuve 2 años en el CAR y 2 años en la Blume de Barcelona. Allí estudié hasta realizar la Selectividad. Como no me llegó la nota para estudiar lo que quería, me matriculé en FP de Anatomía Patológica y Citología. Al finalizar, pude matricularme en la Universidad de Barcelona en el grado de Ciencias Biomédicas. Durante el cuarto año me fui de Erasmus a Bolonia (Italia) y aproveché la oportunidad de jugar en una de las mejores ligas de softbol de Europa, fue increíble. Después de graduarme, estudié el máster de Inmunología en la UB y en 2018 inicié mi etapa predoctoral en la Universidad de Zaragoza, obteniendo el título de doctor el pasado octubre de 2023. También obtuve una beca para un college en Florida (EEUU) en 2006 pero, desafortunadamente, tuve que volverme al mes de estar allá. Creo que lo que más me ha influenciado del deporte es el tesón. Fíjate, las mates y la química se me han dado siempre fatal, pero y ahí estaba yo, en primero de carrera, sufriendo como nadie y suspendiendo mates y química hasta que, por fin, aprobé después de echarle muchas horas de academia y estudio. El deporte también me ha enseñado que las derrotas no son un fracaso, sino algo necesario que te acerca al éxito. Me volví de la gran oportunidad que tenía en EEUU, pero eso no me hizo disuadirme de mis objetivos deportivos y luego pude jugar varias de las mejores ligas de Europa y vivir experiencias inolvidables.

Pregunta: La vida del deportista presenta desafíos que pueden complicar la carrera dual, la continuación en la alta competición o la decisión de finalizar la carrera deportiva. ¿Qué aspectos de la vida como deportista de alto nivel te han generado mayor dificultad a la hora de desarrollar una carrera dual?
Beatriz: Yo siempre he tenido claro que el deporte, y mucho menos el mío, no me iba a durar para siempre hasta jubilarme, así que tenía que invertir también en mi formación académica. Siempre he compaginado estudios con la alta competición sin remordimientos hacia uno o lo otro. Recuerdo cuando estaba tan atascada con mates y química en primero de carrera que mi padre me dijo que quizá era el momento de aflojar un poco con el softbol. Y yo lo tuve claro desde el principio: no podía y no debía. Con una buena organización es posible llegar a todo, porque el deporte te da las herramientas necesarias para ello. Sin embargo, ahora que soy madre y que estamos solos donde vivimos, todo cuesta un poquito más. Quizás la edad tenga algo que ver también, jeje… Y, bueno, siempre va a haber factores externos que compliquen un poquito las cosas. Aun así, como decía antes, esto va también de sacrificio y, sinceramente, por más que sea duro, cuando veo que mi hijo me imita lanzando la pelota o haciendo un burpee entiendo que todo eso merece la pena porque sin darme cuenta estoy inculcándole lo mejor que tiene el deporte: sus valores.

Pregunta: ¿Qué recursos o herramientas recomendarías a l@s jóvenes deportistas que apuestan por desarrollar conjuntamente su carrera deportiva, formativa y/o profesional?
Beatriz: Primero, tener claro lo que se quiere ahora y analizar si puede durar para siempre. Con esto en mente, simplemente hay que tener una buena planificación y organización, lo demás viene solo. Descansar bien es importante, pero también lo es divertirse, pasar tiempo de calidad con los tuyos y apreciar cada momento en todos los ámbitos de nuestra vida. Ahora, por fin, se está normalizando la importancia de la salud mental y en deportistas es, si cabe, más importante ya que estamos sometidos a una presión elevada continuamente, enfrentándonos al fracaso de manera más frecuente que al éxito, al menos a corto plazo. Yo recomiendo que se pida ayuda a profesionales si es posible, aunque uno sienta que no es necesario. Las y los atletas tendemos a vernos muy fuertes y capaces, es nuestra naturaleza y es necesario que sea así, pero mantener siempre un estado tan alto a nivel psicológico desgasta mucho y mal gestionado puede llevarnos a una retirada prematura y traumática.

 Pregunta: Nos conocemos desde hace años y tu experiencia con el PROAD es muy importante para nosotros ¿Cómo nos conociste? En tu opinión, ¿qué te ha aportado el programa en tu carrera deportiva y personal?
Beatriz: Fue a raíz de obtener la condición DAN en el 2008 y me siento muy agradecida de haber podido contar con el apoyo de Inma durante tantos años. Sobre todo, en los primeros años en que yo andaba muy perdida en la universidad con exámenes, buscando trabajo, entrenando y compitiendo… Ella estuvo muy pendiente de mi para ayudarme en todas las facetas. Creo que este programa es muy necesario y ojalá pudiéramos contar siempre con un tutor del PROAD, incluso una vez finalizada nuestra carrera deportiva.

Pregunta: Por finalizar, ¿Cómo visualizas tu desarrollo personal en los próximos años? ¿qué papel tendrá el deporte en ese futuro?
Beatriz: el deporte va a formar parte de mi vida siempre, eso es lo único que tengo claro a día de hoy. No voy a mentir, los últimos años están siendo más difíciles a nivel logístico y emocional y creo que mi retirada definitiva de los terrenos de juego como jugadora está cerca. Y me duele mucho decir esto, el softbol ha sido mi vida durante más años de los que he estado sin él y, sobre todo, porque siento que aún puedo aportar mucho desde este lado. Aun así, me siento tranquila porque sé que siempre he trabajado duro para lograr mis objetivos, siempre he hecho todo aquello que estaba en mis manos. Entender que no todo depende de una misma lleva su tiempo, pero forma parte del proceso de convertirte en la mejor versión de ti misma y esta evolución y madurez personal viene de la mano del deporte. Sé que llegará el momento en el que yo pueda devolverle al softbol todo lo que el softbol me ha regalado durante todos estos años.

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