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César Curiel, jugador internacional de hockey y deportista PROAD – CSD, resume con una frase lo que ha significado para él formar parte del programa: “Me he sentido respaldado y acompañado desde que empecé”. A sus 26 años, compagina su carrera deportiva en el alto nivel con su desarrollo académico y profesional, renovando prácticas en Endesa mientras sigue compitiendo con la selección española.
En esta entrevista, César repasa sus inicios, los retos de mantenerse en el máximo nivel, lo que ha aprendido gracias a la carrera dual y el papel que ha jugado PROAD en su camino. Un testimonio personal, lleno de aprendizajes y de visión de futuro, que refleja la determinación y madurez de un deportista que sigue creciendo dentro y fuera del campo.

Pregunta: César, si miras atrás… ¿cómo empezó todo con el hockey? ¿Fue amor a primera vista o llegó por casualidad?
César: La verdad que un poco de las dos. En mi colegio de Valencia, el LLuis de Santangel en El Saler, por suerte para mí se impartía la extraescolar de hockey y unos amigos y yo nos quedábamos embobados todos los recreos mirando este deporte extraño que se practicaba con palos. No teníamos aun la edad para apuntarnos a la extraescolar, aunque Javier Orero el entrenador en ese momento nos llevo un día al AMPA del colegio y llamó a nuestras familias para que pudiéramos empezar. Y así fue mi comienzo.

Pregunta: Desde aquellos primeros días hasta hoy, ¿cómo ha cambiado tu manera de entender el deporte y lo que significa competir al máximo nivel?
César: Llega un momento en el que deja de ser solo una extraescolar divertida y pasa a formar parte de tu vida. Y ese cambio es aún mayor cuando te profesionalizas, porque cada decisión empieza a girar en torno al deporte. Tienes que dejar muchas cosas de lado para poder disfrutar del alto nivel. Aun así, hay algo que no ha cambiado: la pasión y el disfrute de cada minuto en el campo y en la competición.

Pregunta: Has pasado por muchas competiciones internacionales y títulos nacionales, ¿hay algo de tu experiencia deportiva —entrenamientos, equipo, disciplina— que sientas que te ha ayudado directamente en el trabajo o en los estudios?
César: Sin duda, todo. El compromiso, la organización, la comunicación, el trabajo bajo presión, la disciplina, la capacidad de trabajar en equipo… Hay miles de aprendizajes que puedes trasladar del deporte profesional al ámbito laboral o académico.

Pregunta: Además del hockey, has terminado tu grado, el TFG y ahora renuevas prácticas en Endesa. ¿Qué es para ti la carrera dual y cómo logras que ambas vidas —la del deportista y la del profesional - se entiendan bien?
César: Es un punto de inflexión para cualquier deportista, porque compaginar deporte y estudios es mucho más sencillo cuando estos no son tan exigentes. Creo que, con organización, buena comunicación y un entorno laboral que entienda y respete la realidad de un deportista de alto nivel, la carrera dual es totalmente compatible. Eso sí: requiere un gran esfuerzo.

Pregunta: ¿Cuál ha sido el mayor reto en ese equilibrio?, ¿qué te ha puesto más a prueba: un examen final o una tanda de penaltis decisiva?
César: Para mí, la prioridad siempre ha sido el deporte, así que diría que una tanda de shootouts… ¡además de que se disfrutan! En cuanto al mayor reto, sin duda ha sido organizarme con la universidad y mantener la constancia. Faltar tanto por competiciones hace muy difícil seguir el ritmo del curso, y personalmente me ha afectado bastante.

Pregunta: El PROAD te ha acompañado desde el 2022. ¿Qué esperabas del programa y en qué momento sentiste que realmente te estaba ayudando?
César: Sinceramente, al principio no esperaba demasiado, más allá de una ayuda puntual para hablar con profesores y gestionar exámenes. Pero me encontré con una persona que me acompañaba y me guiaba desde la distancia, sin exigencias. Además, PROAD me ha ayudado con la presentación de becas y en la toma de decisiones importantes en mi carrera.

Pregunta: ¿Qué mensaje compartirías con los deportistas que aún no han descubierto el valor de planificar su carrera dual?
César: Creo que es muy importante aprender y no desaprovechar estos años. Cada uno tiene sus tiempos, pero pienso que la carrera dual es una oportunidad y una suerte. Eso sí, hay que estar dispuesto a asumir el esfuerzo que conlleva.

Pregunta: Después de tantos años entre estudios, entrenamientos y viajes, ¿qué has aprendido sobre ti mismo gracias a este camino dual?
César: Sigo aprendiendo cada año. Hasta ahora, he aprendido la importancia de aprovechar el tiempo y de organizarme bien. También a valorar cada momento y disfrutarlo, esté donde esté. He aprendido a conocer mi cuerpo, saber qué me sienta bien y qué no, mantener hábitos de vida saludables y constantes, reconocer mis debilidades y seguir mejorando cada día.

Pregunta: Si pudieras cambiar algo del recorrido —en lo deportivo o en lo académico—, ¿qué harías diferente?
César: Honestamente, cambiaría mis primeros años de carrera. Podría haber aprovechado más y adelantado asignaturas antes de que mi vida deportiva se volviera más profesional. No me arrepiento, porque quizá tomando otra decisión no estaría donde estoy hoy, pero sí lo haría distinto.
Otra cosa que cambiaría —aunque no dependía de mí, porque entonces no había plazas para hockey— sería haber vivido en el CAR de Madrid o Cataluña. Hoy tengo la suerte de entrenar allí, pero habría sido muy feliz viviendo en el CAR en mi etapa sub-21, por ejemplo, rodeado de gente tan apasionada como yo y contagiándome de ese ambiente, los hábitos, las charlas y el día a día del alto rendimiento.

Pregunta: Para cerrar esta entrevista, si no hubieras sido jugador de hockey, ¿dónde crees que habrías puesto la misma pasión?
César: Es muy difícil esta pregunta, no me imagino una vida sin el hockey o sin el deporte. Me habría dedicado a algún deporte y habría competido seguro. Hoy en día uno de los deportes que me habría encantado realizar, y que anteriormente infravaloraba, es el atletismo. Lo que sí sé es que habría puesto la misma pasión en aquello que hiciera.