Disciplina, constancia y visión de futuro. Javier Huerga representa claramente el valor de la carrera dual. Deportista de Alto Nivel en salvamento y socorrismo, con medallas internacionales en su palmarés y ahora ingeniero en CIDAUT, ha aprendido a compaginar dos mundos exigentes sin renunciar a ninguno. Desde sus inicios en la piscina de Benavente hasta su actual vida profesional en el ámbito de la I+D, Javier ha sabido aplicar al entorno laboral todo lo que el deporte le ha enseñado: organización, resiliencia y ambición por mejorar. En esta entrevista, nos habla de sus motivaciones, su rutina, su paso por el PROAD y de cómo se construye un futuro sin perder de vista el presente.
El salvamento y socorrismo es un deporte pequeño y poco conocido, donde poder vivir de él es algo que queda muy lejos. Por eso, nunca dudé en dejar de estudiar para dedicarme a él plenamente, ya que tenía que pensar en mi futuro. Ahora una vez terminada la carrera, comenzar a trabajar para ganar experiencia es fundamental para poder ir construyendo una buena carrera profesional.
Me quedaré con una frase que me dijo el médico de la selección después de una final que no salió como yo esperaba: “Javi, ¿cuántos ingenieros estaban nadando en esa final?”
Pregunta: Salvamento y socorrismo es un deporte exigente, técnico y no tan conocido fuera del circuito competitivo. ¿Qué te enganchó a esta disciplina y qué te motiva a seguir compitiendo al máximo nivel?
Javier: Como siempre he contado, yo llegué a este deporte gracias a mi hermano mayor. Él fue quién se apuntó primero. Yo iba con mi madre a buscarle a la piscina y me aburría mucho esperándole, por lo que le dije a mi madre que yo también quería apuntarme. En el año 2008 empecé en la escuela de salvamento de Benavente, y al año siguiente ya me apunté al club. Desde el primer momento me enganchó, y siempre conseguí muy buenos resultados a nivel nacional. Fueron esos resultados y las ganas de mantenerlos lo que hizo que con 14 años me fuera de mi casa al Centro de Alto Rendimiento de Valladolid, para empezar a entrenar al más alto nivel. Durante todos estos años en Valladolid y hasta el día de hoy, lo que me ha motivado a competir a este nivel han sido las ganas de ser el mejor.
Pregunta: Sigues en la alta competición mientras trabajas como ingeniero. ¿Cómo es un día habitual para ti? ¿Qué parte cuesta más equilibrar en tu rutina?
Javier: Estos primeros meses, me hicieron un contrato parcial de 33 horas semanales para poder terminar la temporada de piscina (Cto de España de primavera, 2-4 de mayo) entrando sin modificar mucho mis rutinas. Me levanto a las 7 y no entro a trabajar hasta las 8. Unos días salgo a las 14, y otros a las 15. Llego a la residencia y como rápido para irme a entrenar a las 15:30.
Después del campeonato, empezaré con el contrato a tiempo completo y haciendo una jornada de lunes a jueves de 8 a 17, y los viernes de 8 a 14. El cómo me organizaré para entrenar a partir de ahí, ya será una cosa del futuro jajaja…
Pregunta: ¿Qué te llevó a estudiar Ingeniería Energética? ¿Fue una decisión clara desde el inicio o descubriste tu vocación con el tiempo?
Javier: Desde que empecé el instituto y me planteaba alguna vez a qué quería dedicarme, siempre pensaba en alguna ingeniería, ya que mi padre es ingeniero y me llamaba la atención y me gustaba su manera de trabajar. Por otro lado, las asignaturas de resolver problemas como matemáticas, física, química o dibujo siempre se me habían dado muy bien.
Fue ya en segundo de Bachillerato cuando tuve la tentación de elegir otra carrera más “asequible” para compatibilizar con el deporte que una ingeniería. Gracias a la pandemia, me di cuenta de que no podía basar una elección tan importante en mi vida por una cosa (el deporte) que tarde o temprano se acabaría. Por lo que retomé la idea que siempre había tenido y decidí elegir Ingeniería Energética porque era nueva en Valladolid, y creía (y no me confundía) que habría mucho trabajo en este campo.
Pregunta: Además de tus estudios universitarios, recientemente obtuviste la certificación de inglés nivel C1. ¿Cómo crees que dominar este idioma puede influir en tu carrera, dentro y fuera del deporte?
Javier: Para mi trabajo de ingeniero es primordial dominar el inglés, ya que puede ser que tengas que contactar con proveedores o clientes internacionales, y debes ser capaz de comunicarte con ellos y, a la hora de trabajar en proyectos, la mayoría de bibliografía está escrita en inglés también. Además, es un requisito que prácticamente todas las empresas imponen en sus ofertas de trabajo.
En el deporte también me ha resultado de ayuda dominar el inglés, cuando he ido a competir fuera con la selección nacional en acciones tan simples, pero importantes, como es comunicarse con los árbitros, y entenderles cuando te explican el recorrido que hay que seguir en las pruebas de playa.
Pregunta: Muchos creen que para rendir al máximo hay que centrarse solo en el deporte. Tú estás construyendo tu carrera profesional al mismo tiempo. ¿Qué te impulsó a seguir el camino de la carrera dual?
Javier: El salvamento y socorrismo es un deporte pequeño y poco conocido, donde poder vivir de él es algo que queda muy lejos. Por eso, nunca dudé en dejar de estudiar para dedicarme a él plenamente, ya que tenía que pensar en mi futuro. Ahora una vez terminada la carrera, comenzar a trabajar para ganar experiencia es fundamental para poder ir construyendo una buena carrera profesional.
Me quedaré con una frase que me dijo el médico de la selección después de una final que no salió como yo esperaba: “Javi, ¿cuántos ingenieros estaban nadando en esa final?”
Pregunta: Ahora trabajas en CIDAUT, una empresa colaboradora del PROAD. ¿Cómo fue tu incorporación al equipo y en qué consiste tu trabajo actual?
Javier: Mi tutora del programa PROAD, me enviaba ofertas de trabajo que se ajustaban a lo que estaba buscando y a las cuales, ella enviaba mi CV. Una de esas ofertas era de CIDAUT, y resultó que el responsable del Área de Energía había sido mi profesor en dos asignaturas de la carrera, y se acordaba de mí. Gracias a conocer mi perfil como Deportista de Alto Nivel que compaginaba sus entrenamientos con sus estudios, obteniendo buenas calificaciones, me comentó que un perfil como el mío era un perfil muy interesante para ellos ya que sabía que era una persona que organizaba muy bien su tiempo y lo aprovechaba de manera eficiente, además de haber obtenido el segundo mejor expediente de mi promoción.
Mi puesto de trabajo es el de Ingeniero de proyectos / Investigador y mis funciones son las de desarrollar proyectos de I+D.
Pregunta: ¿Hay aprendizajes del deporte que te sirven en tu día a día como ingeniero? ¿Y al revés, hay algo del entorno profesional que ha influido en tu forma de competir?
Javier: Del deporte a este nivel se aprenden muchas cosas. No solo del deporte en sí, sino de haber compaginado el deporte con los estudios tantos años. La organización y aprovechamiento del tiempo, la disciplina la hora de entrenar, el trabajar bajo presión o el manejo del estrés, entre otras.
De momento llevo poco tiempo trabajando, por lo que no he tenido aún muchas competiciones con las que saber si mi forma de competir ha cambiado en algo desde que he empezado a trabajar.
Pregunta: ¿Qué ventajas ves en desarrollar tu futuro profesional sin tener que renunciar al deporte? ¿Cómo vives ese crecimiento paralelo?
Javier: En mi caso, mis resultados deportivos me permiten obtener una beca de la junta de Castilla y León para vivir en la Residencia Deportiva Río Esgueva incluyendo alojamiento y manutención, por lo que “vivo gratis” gracias al deporte. Por otro lado, la residencia se encuentra en el mismo complejo donde se encuentran las instalaciones en las que llevo a cabo mis entrenamientos, tanto el gimnasio, como la piscina, por lo que mis desplazamientos para acudir a los entrenamientos son insignificantes.
Pregunta: Has contado con el apoyo del PROAD durante tu inserción laboral. ¿Cómo valoras tu experiencia con el programa? ¿Lo recomendarías a otros deportistas?
Javier: Creo que ha sido algo fundamental, ya que mi tutora del PROAD en la mayor parte de los casos era la que contactaba con las empresas. Muchas veces el CSD tiene convenios con dichas empresas, y en ocasiones eso facilita el primer contacto con la empresa. En otras ocasiones, cuando la empresa no tenía convenio con el CSD, el hecho de que el CV llegue a dicha empresa enviado por alguien del CSD, dota de “prestigio” la candidatura o solicitud para el puesto de trabajo.
Recomiendo a todos los deportistas que obtengan el reconocimiento de Alto Nivel a aprovechar el PROAD, que está ahí para echarnos una mano y nos puede ayudar con un montón de cosas.
Pregunta: Imagina que tienes que contarle a alguien tu historia dentro de 10 años. ¿Qué te gustaría haber logrado en ese tiempo, tanto como deportista como profesional?
Javier: En cuanto a mis años de estudiante, algo de lo que me siento muy orgulloso es de haber podido compaginar de manera brillante unos estudios tan exigentes con una carrera deportiva de alto nivel, hasta el punto de obtener el segundo mejor expediente de la promoción y terminar la carrera sin tener que repetir ninguna asignatura. Durante esos años he sido uno de los mejores deportistas a nivel nacional, formando parte de la selección nacional absoluta en repetidas ocasiones, destacando los mundiales de 2022 (Italia) y 2024 (Australia), obteniendo un bronce en el de 2022.
En la etapa en la que ya comienzo a trabajar, espero haber seguido compitiendo hasta que mi cabeza me lo permita, y sin descuidar el desarrollo de mi carrera profesional como ingeniero.